“¿Cómo sacar a los chicos de la cueva?”, se preguntan aun los rescatistas en Tailandia

Los 12 niños y su entrenador atrapados en el interior de una gruta podrían salir después de recibir lecciones de buceo; los socorristas esperan que no aumente el nivel del agua con las lluvias que se esperan para mañana.

Los 12 chicos atrapados en una cueva del norte de Tailandia junto con su entrenador de fútbol ya aprenden las técnicas de buceo en caso de que, finalmente, los encargados del rescate decidan que esa será la forma en que deben salir a la superficie nuevamente.

Desde hace casi dos semanas los niños y su director técnico están atrapados en la cueva de la localidad de Tham Luang, en la provincia de Chiang Rai, y los socorristas, si bien ya les acercaron comida para cuatro meses, cruzan los dedos para que no llueva y aumente el nivel del agua dentro de los pasadizos de roca, en donde se encuentran los chicos y el adulto.

Las opciones que barajan los encargados del rescate de los menores son varias. Una apunta a que transcurra la temporada de lluvias y que, entonces, todos puedan salir a pie de la cueva. Sin embargo, esta idea podría llevar a que los niños pasen hasta cuatro meses en el interior de la Tierra.

Una segunda opción es que en los próximos días, habiendo aprendido como bucear, salgan nadando. Mientras tanto, para que el tramo bajo el agua sea el menor posible, continúan bombeando agua hacia el exterior. Una tercera alternativa es que los 13 puedan evacuar la cueva por alguna salida.

“Podemos ver que sus condiciones y su moral es buena, ¿pero qué hay sobre su fortaleza y su capacidad? El equipo que hay dentro debe decidir. Nuestro trabajo es seguir bombeando agua y el equipo que hay dentro evaluará el nivel de seguridad y si los chicos pueden hacer el viaje de forma segura”, dijo hoy el  subdirector general del Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres, Kobchai Boonarana, según consigna la agencia Reuters.

Al mismo tiempo que se define la forma de rescate de los chicos, de entre 11 y 16 años, y el adulto de 25 años, desde el exterior intentan establecer una línea telefónica para que las familias puedan comunicarse con sus hijos atrapados.