La importancia del G-20 en un mundo incierto

¿Qué es y por qué es importante para Argentina participar de la cumbre?

Muchos llaman al G-20 el club de los poderosos. Pero esta instancia de negociación y debate dista mucho de ser un club en el que solamente participan los poderosos. ¿Cómo puede entenderse sino la participación de países como la Argentina? Antes de comenzar a indagar estas cuestiones, comencemos por explorar qué es el G-20 y cómo trabaja.

El Grupo de los 20 o G-20 es el epítome de la globalización en un mundo globalizado que actualmente se encuentra en crisis. Es un foro internacional que reúne a los jefes de Estado y Gobierno, ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales de las diecinueve principales economías del mundo. Se diferencia de otras organizaciones y organismos internacionales en varios aspectos.

En primer lugar, no está institucionalizado. Es decir, no hay un estatuto, ni está reglado por un Tratado. No tiene órganos, personal burocrático ni sede permanente. La presidencia del Grupo de los 20 rota cada año. La cumbre de los jefes de Estado se realiza una vez al año en el país que ostenta la presidencia, por ello este año la cumbre se realiza en nuestro país.

Decimos que el Grupo de los 20 es el epítome de la globalización porque en el marco de sus reuniones se tratan un sinfín de temas que van desde el cambio climático a los desafíos que la tecnología le presenta al mundo del trabajo. Las temáticas atraviesan las realidades de todos los países miembro. Y, en este sentido, el foro trabaja por intentar encontrar maneras de abordar problemáticas comunes.

El G-20 expresa una síntesis de la diversidad de modelos económicos, regímenes políticos y preferencias sociales que existen en la sociedad internacional. Y funciona como ámbito de debate y discusión de esas problemáticas comunes que tienen los países —industrializados, emergentes y en desarollo— en un mundo globalizado.

La importancia que tienen estas cumbres a nivel global es inmensa. Sus miembros representan el 85% del producto bruto global y dos tercios de la población mundial. Además sus economías concentran el 75% del comercio internacional y el 80% de las inversiones.

¿POR QUÉ PARTICIPA ARGENTINA?

¿Cómo se entiende en este contexto la participación de la Argentina? En primer lugar, cabe la pena destacar que un sinfín de organismos internacionales y foros de discusión se rigen por el principio —muchas veces informal— de distribución geográfica equitativa (aunque hay notables excepciones, la más, importante de ellas siendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas)

Nuestro país es uno de los tres países latinoamericanos que conforman el Grupo de los 20. Completan el bloque Brasil y México. Argentina tiene este rol privilegiado en tan alta instancia de negociación global y multilateral debido a que es concebida como agente de influencia sumamente importante a nivel regional.

La región tiene una oportunidad única. Como Argentina ostenta la presidencia de la cumbre, es la oportunidad de presentar al mundo industrializado una visión de los temas que preocupan “desde el sur”. Es por eso que la cancillería argentina ha trabajado incansablemente con sus pares de Brasil y México. A la hora de entablar un diálogo con los poderosos, está claro que la unión hace la fuerza.

Lo que es más, en esta cumbre Argentina tiene la posibilidad de erigirse en constructora de acuerdos. Oficiando, de esta manera, como mediadora. Sobre todo si tenemos en cuenta la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la política exterior norteamericana que implica una vuelta al proteccionismo, Argentina tiene terreno fértil para construir puentes. Y en este sentido, la búsqueda de consensos será su principal función.

Además, Argentina podrá propiciar encuentros bilaterales sumamente importantes entre las principales potencias mundiales. La cumbre ayudará a nuestro país a cimentar, consolidar e incluso entablar nuevas relaciones con otros países. Ya sea que se trate de nuevos vínculos comerciales, de cooperación o acuerdos meramente políticos la importancia del G-20 no puede ni debe ser soslayada.

El G-20 tuvo su primer prueba difícil en el año 2008. A partir de la crisis financiera internacional el Grupo de los 20 toma verdadero protagonismo global, al mostrarse como la plataforma privilegiada para generar consensos entre los funcionarios de alto rango de las principales economías del mundo para la contención de esta crisis.

En este mundo incierto en el que vivimos, estas instancias de debate y negociación multilaterales se vuelven cruciales para trabajar en pos de los desafíos comunes a los que la humanidad se enfrenta. Y es en este sentido que la Argentina se encuentra ante una oportunidad histórica para poner en la agenda mundial los temas que le preocupan.