La librería más antigua de Madrid cierra sus puertas

La librería Nicolás Moya especializada en textos de medicina cerrará sus puertas luego de más de 157 años de historia

Ayer compartíamos una noticia feliz: una librería de Nueva York fue salvada gracias a los vecinos de la ciudad. Pero la librería más antigua de Madrid no corrió con la misma suerte.

La Librería Nicolás Moya se fundó en el año 1862. Hace 157 años que esta librería se especializa en títulos de medicina, veterinaria y agricultura. A escasos metros de la Puerta del Sol se erige como símbolo de la ciudad de Madrid.

El número 29 de la calle Carretas, es el emplazamiento de una de las librerías más antiguas de la ciudad.

Gema Moya, quien actualmente está a cargo de la librería explicó en declaraciones al diario El País las razones detrás del cierre de la emblemática librería.

Son muchas cosas que se han juntado. Actualmente mucha gente lee en pantalla, con la llegada de Internet, cada vez menos gente lee en papel. Y que ahora los estudiantes empiezan una carrera y no se plantea hacerse una biblioteca como se hacía antes. Antes, los que empezaban una carrera de medicina y veterinaria respondían muy bien y ahora ya no viene nadie, ni a mirar los libros por curiosidad. Llevamos ya bastante tiempo aguantando

La historia de la librería se remonta a 1862 cuando al joven Nicolás Moya se le ocurrió inaugurar la primera librería de Madrid especializada en textos médicos. Muchos de los alumnos de la que hoy es la Universidad Complutense de Madrid pero que por aquel entonces era el Colegio de Cirugía de San Carlos se convirtieron en asiduos clientes y visitantes del local.

Cuando él quiso abrirla, todo el mundo decía que estaba loco, que no tenía futuro, pero claro, como no había ninguna, se hizo un nombre y se hizo bastante popular. Venían profesores, alumnos…”, recuerda Gema.

Si bien el local originalmente sólo ofrecía textos médicos con el tiempo se fue abriendo a otros rubros como la agricultura, la veterinaria y la náutica. Sin duda, un triste final para una emblemática librería Madrileña que deja tristes a todo el mundo de los libros