La academia del Nobel en busca de la normalidad

La institución que otorga el tan prestigiado galardón, intenta volver a la calma tras la seguidilla de escándalos con el ingreso de la poetisa Tua Forsström

La Academia Sueca anunció el ingreso de la poetisa Tua Forsström en la institución que otorga cada año el Nobel de Literatura. La academia atraviesa la peor crisis de su historia por un escándalo sexual y de filtraciones, cuyo último capítulo fue la salida de la escritora Katarina Frostenson el mes pasado.

Forsström ocupará el asiento número 18, que abandonó el mes pasado la también poeta Frostenson. Katarina Frostenson se retiró tras alcanzar un acuerdo con la Academia, quien accedió a entregarle una asignación económica mensual a cambio de su renuncia voluntaria.

Frosterson abandonó la institución tras ser acusada de haber violado la confidencialidad. Quienes la acusan afirman que Frostenson habría revelado, en varias ocasiones, el nombre del ganador del Nobel antes del fallo.

Un informe encargado por la institución había concluido que la expulsión de la escritora estaba justificada por haber vulnerado los estatutos al filtrar a su esposo, el artista francés Jean-Claude Arnault, los ganadores del Nobel y diversos nombramientos.

Seis académicos han dejado la Academia desde abril, en el medio de la crisis más profunda que atraviesa la institución sueca en su historia. Dos miembros han retornado desde que estallara el escándalo y se ha admitido a cinco nuevos. Por lo que ahora están ocupados dieciséis de los dieciocho asientos. Queda por resolver la situación de la ex secretaria Sara Danius, quien aún no ha confirmado su regreso.

El ingreso de Forsström -que pertenece a la minoría sueca de Finlandia- sin embargo, no se formalizará hasta la próxima asamblea anual, que se celebrará el 20 de diciembre.

El escándalo se originó con las denuncias por abuso sexual hechas en noviembre de 2017 en “Dagens Nyheter”, el principal diario sueco, por 18 mujeres contra una “personalidad cultural” muy próxima a la Academia, luego identificada como Jean-Claude Arnault.

La institución cortó la relación con Arnault y encargó una auditoría. La misma concluyó que se habían producido filtraciones y que el apoyo económico recibido de la Academia por su club literario incumplía las reglas de imparcialidad al ser la esposa de Arnault copropietaria y miembro de la institución.

El desacuerdo sobre las medidas a tomar y sobre la situación de Frostenson desencadenó una oleada de renuncias y el aplazamiento por primera vez en siete décadas de la entrega del Nobel de Literatura.

La Academia Sueca, inmersa en un proceso de reformas instigado por la Fundación Nobel, debe comunicar en las próximas semanas qué ocurrirá con el premio de este año.

Arnault fue condenado en diciembre por el tribunal de Apelación de Estocolmo a dos años y medio de cárcel por dos casos de violación de una mujer en octubre de 2011. Arnault decidió volver a apelar el fallo.

{Con información de Télam}