Homenaje al Duque del Jazz

Las dos orquestas creadas en el CCK cierran el año con un gran concierto que homenajea a al grande del jazz: Duke Ellington

En una producción especial del CCK, la Big Orchestra y la Camerata Argentina se presentan por primera vez juntas. Los ensambles dirigidos por Mariano Loiácono y Pablo Agri, respectivamente, harán un concierto en homenaje a Duke Ellington, con arreglos originales del trompetista argentino.

En el programa, planteado como una panorámica de las fascinantes composiciones de Ellington, se destacan “Warm valley” (1943), “Caravan” (1936), “I’m beginning to see the light” (1944) y “I didn’t know about you” (1944).

 



Las entradas son gratuitas y pueden reservarse a partir del martes 12 de diciembre a las 12 a través de esta página. Se pueden reservar hasta dos entradas por persona.

Las reservas estarán disponibles para ser retiradas a partir del sábado 16 a las 12 hs y hasta dos horas antes del inicio de la función: desde ese momento se entregarán a quienes se acerquen a boletería las entradas remanentes (incluidas las reservas vencidas).

La Big Orchestra está formada por Mariano Loiácono (trompeta y dirección), Gustavo Musso (saxo alto), Ricardo Cavalli (saxo tenor), Sebastián Loiácono (saxo tenor y clarinete), Liana Catalano (saxo barítono), Franco Espíndola (trombón), Ramiro Penovi (guitarra), Francisco Lo Vuolo (piano), Jerónimo Carmona (contrabajo), Ian Carl (batería) y Julia Moscardini (cantante).

A su vez, la Camerata Argentina cuenta con Pablo Agri en primer violín y dirección, Lucia Luque, Alfija Gubaidulina, Brigitta Danko y Natalia Cabello (primeros violines), Sebastián Prusak, Cecilia García, Augusto Sourigues y Cecilia Florencia García (segundos violines), Benjamín Bru Pesce, Carolina Folguer y Patricia Casella (violas), Jorge Pérez Tedesco y María Eugenia Castro (cellos) y Daniel Falasca (contrabajo).

Nacido en Washington a mediados de los años veinte, Edward Kennedy “Duke” Ellington vivió en la ciudad de Nueva York, y ganó su lugar en el mundo del jazz a través de sus apariciones con la orquesta en el Cotton Club, en Harlem.


Aunque es considerado una figura fundamental en la historia del jazz, Ellington abraza la frase “más allá de la categoría” como un principio liberador, y se refiere a su música como parte de la categoría general Música estadounidense, más que de un género como el jazz.

 



Algunos de los miembros de su orquesta, como el saxofonista Johnny Hodges, son considerados parte de los mejores músicos de jazz. Ellington los unió en la más conocida unidad orquestal en la historia del jazz.

Siendo un maestro en escribir miniaturas para el formato de grabación de tres minutos a 78 rpm (revoluciones por minuto), Ellington a menudo componía específicamente para mostrar el estilo y habilidades individuales de sus músicos.

Escribió más de mil composiciones; su extenso cuerpo de trabajo es el legado personal grabado de jazz más extenso, con muchas de sus obras convirtiéndose en standards. También grabó canciones escritas por sus compañeros de banda, por ejemplo “Caravan” y “Perdido” de Juan Tizol, lo que dio un tinte español a la big band de jazz.

Después de 1941, colaboró con el compositor, arreglista y pianista Billy Strayhorn, a quien llamó su compañero de escritura y arreglo.​ Con él compuso muchos trabajos extendidos, o suites, así como pequeñas piezas adicionales. Seguido de una presentación en el Newport Jazz Festival, en julio de 1956, Ellington y su orquesta disfrutaron de un gran renacimiento de su carrera, y se embarcaron en giras mundiales.

Debido a su inventivo uso de la orquesta, o big band, y gracias a su elocuencia y carisma, se considera que Ellington elevó la percepción del jazz a una forma de arte a la par con otros géneros musicales más tradicionales. Su reputación continuó en ascenso después de su muerte, y se le entregó un Premio Pulitzer especial por su música en 1999.