El presidente, Mauricio Macri, recibió ayer en la Casa Rosada al padre y al hermano de Emanuel Garay, el cadete asesinado el 10 de febrero en la Escuela de Policía de La Rioja en un brutal y abusivo entrenamiento.
El mandatario les prometió a Roque y Adrián Garay que el crimen no va a quedar impune.
“El Presidente nos dijo que tenemos todo el apoyo del gobierno para que se esclarezca”, manifestó el padre de Emanuel Garay, a la salida del encuentro. Roque Garay afirmó que recibió garantías de que “se va a llegar a fondo para que los responsables de esta muerte vayan a la cárcel y el alma de Emanuel pueda descansar en paz”.
Macri aseguró que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y senador nacional Julio Martínez “van a estar encima de la causa para que no haya impunidad”.
El gobierno nacional designó al abogado Guillermo Galván como veedor en La Rioja, para controlar la causa.
“Una de las medidas importantes que se ha tomado desde el Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos es colocar a un veedor, un abogado, Guillermo Galván, que va a hacer un seguimiento estricto de la causa”, indicó Garay.
En declaraciones a la prensa luego del encuentro con la familia de Emanuel Garay, Macri anticipó que el gobierno impulsará una reforma del sistema de formación de los policías, para evitar que se repitan este tipo de hechos brutales.
El joven de 19, recién ingresado a la Escuela de Cadetes de Policía de La Rioja, falleció por un cuadro de deshidratación tras ser sometido a tortuosas e inhumanas exigencias físicas en el primer día de instrucción.
“No fue un entrenamiento, fue una tortura”, aseguró Garay. En esta sentido, recordó que 17 cadetes se desvanecieron y terminaron “en grave estado”. “Eso no nos puede volver a pasar nunca, en ninguna escuela”, concluyó.
