Carrió no pudo asumir en una comisión del Congreso y desató un escándalo

La diputada oficialista estalló contra el peronismo y afirmó que tiene “el poder y la autoridad para ser fiscal de la Nación”.

El Salón las Provincias del Senado fue el epicentro hoy de un escándalo que tuvo como protagonista a la diputada de Cambiemos Elisa Carrió, quien era propuesta por el oficialismo para asumir la presidencia de la comisión bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público, pero se quedó sin cargo porque la oposición le negó el quóorum.

En ese marco, el oficialismo advirtió sobre una maniobra orquestada en conjunto entre el bloque Justicialista, el Frente para la Victoria y el Frente Renovador para “vetar” a la líder de la Coalición Cívica, mientras que la propia Carrió habló de “proscripción”. “Estamos en presencia de un veto inadmisible de quien iba a ser y va a ser presidenta de la comisión, que es la diputada Carrió”, enfatizó el presidente de la bancada de Cambiemos en la Cámara baja, Mario Negri.

Luego fue el turno de Carrió, quien aseguró que “no necesita el cargo” de presidenta de la bicameral, ya que a su criterio tiene “el poder y la autoridad” suficiente “para ser fiscal de la Nación sin necesidad de ningún cargo”. “Si es por la república, yo renuncio a la diputación también”, agregó la cofundadora de Cambiemos.

Luego de sugerir que de no mediar acuerdo podría ser integrante rasa de la comisión, la legisladora oficialista cargó contra Rodolfo Urtubey por supuestamente haberse complotado en el retaceo del quórum: “Qué raro Urtubey, porque lo conozco mucho al gobernador”, en alusión a su hermano Juan Manuel Urtubey.

Para el oficialismo, se trató de una argucia del peronismo para debilitar a Carrió, ya que en cualquier caso, si querían imponer un presidente en la bicameral, tenían el número suficiente para hacerlo porque en la comisión son 9 votos de la oposición contra apenas 7 de Cambiemos.

La oposición, en tanto, señaló que la decisión de vaciar la reunión constitutiva está directamente ligada a un incumplimiento explícito del oficialismo: alegó que de acuerdo al sistema de rotación de presidencias de comisión, este año le tocaba asumir en ese cargo a un senador, ya que durante 2017 la jefatura de la bicameral había estado en manos de la diputada massista Graciela Camaño.

En ese marco, Miguel Ángel Pichetto descartó haber “hecho un acuerdo con los otros bloques para que la presidencia de esta comisión quedara en cabeza de un diputado” y dijo que se “enteró por los diarios” que la elegida por el oficialismo era Carrió.

Con la controversia todavía en estado candente, Camaño salió con virulencia al cruce de las acusaciones y explotó a través de un tuit: “Es caradura la actitud de Cambiemos que dos meses antes de concluir sesiones ordinarias, con la Procuración ´intervenida´ impone la persona que denostó la comisión y su trabajo. Esta comisión debió conformarse en marzo. ¡Dejen de hacerse los “puros” mientras aprietan jueces y fiscales!”.

Carrió, por su parte, también se despachó en Twitter y, sonriente, le apuntó al peronismo.