CFK debutó en el Senado con una cuestión de privilegio

En su primera intervención en el Senado desde que asumió, el 29 de noviembre, Cristina Fernández pidió una cuestión de privilegio para decir que el tratamiento de su desafuero no está postergado por culpa de la oposición.

En su debut como senadora nacional por la provincia de Buenos Aries de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner planteó una cuestión de privilegio para referirse a su pedido de desafuero por parte del juez federal Claudio Bonadio.

La sesión se inició a las 11.32 para tratar y dar sanción definitiva a los proyectos de Presupuesto 2018, reforma tributaria,  la extensión del llamado “impuesto al cheque” y la creación de una comisión parlamentaria investigadora de lo sucedido con el submarino ARA San Juan.

La intervención de Cristina Fernández se produjo ni bien comenzó la sesión y duró 20 minutos.

“Para tratar el pedido de desafuero de Bonadio, no hace falta constituir ninguna comisión de Asuntos Constitucionales. Puede ser tratado sin ningún despacho y con los dos tercios”, apuntó. “La intencionalidad clara de decir que no se constituye la comisión para evitar el tratamiento es un argumento que, a poco de explorar en él, se derrumba”, continuó.

“Hay desafueros que nunca han sido tratados”, agregó, en referencia  a los senadores Carlos Menem y Juan Carlos Romero. “El argumento de que el peronismo, o Cristina, o el kirchnerismo quieren impedir la constitución de la comisión, no”, cerró.

“Debo tener muchísimos defectos, pero la incoherencia no es uno de ellos”, sostuvo.

 

La senadora volvió a disparar contra Bonadio y calificó el fallo en el que quedó procesada por encubrimiento de los imputados iraníes de la causa AMIA de “insólito”. Cristina Fernández consideró que la causa, iniciada a partir de la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman, es “absolutamente ridícula”.

“Se quiere atacar la representación política de este país y, fundamentalmente, de la oposición”, disparó.

Cristina Fernández defendió el Memorándum con Irán como “un instrumento público, estatal, de derecho internacional”.

En este punto, la senadora apuntó a la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, y dijo que se trató de un instrumento “similar al que usted firmó con Qatar”. “Fue tratado, debatido y aprobado, además, en sesiones públicas del Parlamento. ¿Cómo también no han llamado a los legisladores que lo aprobaron?”, preguntó.

Cristina Fernández focalizó sus reclamos hacia el gobierno nacional en Michetti.
“Es posible que a usted, al presidente y al oficialismo no les guste el tipo de oposición que haremos. A mí no me gusta el gobierno que ustedes hacen, pero los votaron y tienen que gobernar. Y yo soy oposición porque me votaron”, apuntó.
“Esto de andar reclamando oposiciones de diseño no me parece. Estamos ante una fuerte amenaza de cercenar la representación popular en el Parlamento”, concluyó.
La senadora denunció que la gestión de Mauricio Macri se “articula con los medios para provocar condenas previas sin juicio a dirigentes de la oposición”.
Cristina Fernández también cuestionó la reforma previsional y el acuerdo con los gobernadores sobre el Pacto fiscal. “Hubo mecanismos mafiosos”, aseguró.
“La diputada de Chubut (Rosa Muñoz) tuvo que votar porque el gobernador de su provincia le mostró la pantalla de un celular, donde un funcionario de su gobierno, señora presidenta, un funcionario nacional, le había enviado al gobernador una foto de la banca vacía de la diputada y le decía ‘tu diputada todavía no se sentó’. Sacar una foto y amenazarlo me recuerda a las imágenes de `El padrino’”,  denunció.