Un informe de Gendarmería Nacional contradijo la versión de Diego Lagomarsino, el colaborador de Alberto Nisman, imputado por llevarle el arma de donde salieron los disparos que mataron al fallecido fiscal.
Según la pericia, el día anterior a que Nisman apareciera muerto, Lagomarsino le envió un mensaje de WhatsApp, alrededor de las 11.30 de la mañana. El especialista en informática sostuvo en todas sus declaraciones que fue el titular de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) AMIA el que lo llamó para pedirle que fuera a su departamento, donde le pidió el arma.
El informe fue presentado ante el fiscal federal Eduardo Taiano, a cargo de la investigación sobre la muerte de Nisman, ocurrida el 18 de enero de 2015.
La conclusión de Gendarmería surge del peritaje de los teléfonos y llamadas de Nisman.
Lagomarsino habría sido quien inició el contacto con el fiscal el 17 de enero de 2015, contrariamente a lo que sostuvo el técnico.
Taiano también analiza las amenazas que recibió Nisman en los días previos a su muerte, través de su cuenta particular de correo electrónico.
Las amenazas de muerte eran contra él y su familia y vaticinaban que iba a quedar desdibujado su rol en el caso AMIA y el ex agente de la Secretaría de Inteligencia, Jaime Stiuso, iba a ser desplazado del organismo. Ambas se cumplieron.
La causa por amenazas estaba a cargo del juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Guillermo Marijuan y fue impulsada por la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado. La Justicia determinó la conexidad del expediente con el que investiga la muerte del fiscal y, por eso, fue delegado a Taiano.
Lagomarsino está procesado como “partícipe necesario” de la muerte de Nisman desde el 26 de diciembre del año pasado. El especialista en informática no tiene prisión preventiva, pero le colocaron con una pulsera electrónica.
(Con información de NA)
