Argentina es el país de la región más apto para la robótica y digitalización

Este ranking mide la preparación de cada uno para los desafíos y oportunidades de la automatización inteligente en base a tres ejes: entorno de innovación, políticas educativas y políticas del mercado laboral.

La Argentina es el país mejor posicionado en Latinoamérica para integrar la digitalización y robótica a su economía, según un informe publicado recientemente.

Con la automatización de avanzada, los empleos para los humanos podrían ser mejores, más significativos, aunque incluso aquellos países más preparados para el futuro del trabajo deben repensar la educación y la capacitación a fin de preparar a las personas para los trabajos del mañana.

Corea del Sur, Alemania y Singapur son los países mejor preparados del mundo para integrar la automatización inteligente en sus economías sin sufrir sobresaltos, según un índice y un informe publicado por The Economist Intelligence Unit y ABB.En cuanto a la Argentina, se encuentra en el puesto 17° sobre un total de 25 países que fueron elegidos para realizar el informe.

El informe, que publica una investigación hecha en 25 países sobre su preparación para la automatización y los clasifica, descubrió que muchos países en todo el mundo recién están empezando a comprender las oportunidades y los desafíos planteados por la IA y la automatización basada en la robótica.

Como la adopción de esas tecnologías va a acelerarse en los años venideros, su impacto en las economías y la mano de obra va a ser más claro y urgente; al igual que la necesidad de una acción conjunta en educación y capacitación.

Además de Corea del Sur, Alemania y Singapur, los 10 países con mejores posiciones para enfrentarse a esta oleada de cambios son lo demás integrantes del índice ARI, en orden de clasificación: Japón, Canadá, Estonia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Australia.

Este nuevo paradigma de colaboración humano-robot tiene el potencial permitirle a las personas dedicar su tiempo y energía a trabajos de más valor que requieran habilidades y talento humanos, ya que destina las tareas muy repetitivas, de gran exigencia física o incluso peligrosas a los robots.