Una radiografía del público que asiste al teatro independiente porteño

La organización cultural Escena presentó un informe sobre cualitativo y cuantitativo sobre los asistentes a las obras del circuito de salas de teatro más pequeñas de la ciudad.

Para pensar nuevas estrategias que amplien el público que asiste al teatro independiente de la Ciudad de Buenos Aires es necesario contar con datos y esa tarea fue la que emprendió la organización cultural ESCENA (Espacios Escénicos Autónomos), compuesta por más de 20 salas o espacios con capacidad de entre 30 y 60 espectadores.

La organización elaboró el informe “Público y comunidades del circuito independiente de artes escénicas en CABA”, realizado realizado a partir de metodologías cuantitativas y cualitativas, a través de encuestas a públicos y observación etnográfica en dos ediciones del festival organizado por Escena.

Según la organización, se espera que esta información colabore en desarrollar estrategias (de gestión, programación y comunicación) “por parte de lxs hacedorxs y a estimular que, desde el Estado, se generen políticas que fomenten la ampliación y la formación de públicos”.

Según el trabajo, el 66,5 por ciento del público que participó del Festival ESCENA eran mujeres; 32,17 por ciento eran varones y 1,33 por ciento disidencias. En cuanto a la variable de edad, en 2015 el 80 por ciento de los participantes del festival fueron personas de entre 18 y 45 años “destacándose un público joven y de mediana edad equitativamente”.

En tanto al año siguiente, se observó una mayor cantidad de público en la franja etaria de entre 30 y 45 años de edad, lo que representa a más del 50 por ciento de público del festival. Otro dato relevante es que la mayoría de los asistentes no tienen hijos.

Asimismo, de los 397 casos relevados en 2015, se observó que un 10 por ciento del público era extranjero; a diferencia de lo que sucedió en 2016, donde el público extranjero se redujo al 6 por ciento, sobre 122 casos encuestados. En ambos años, la principal procedencia fue de países latinoamericanos, en particular, de Chile y Colombia.

Dentro de CABA, en 2015 se observa que, el barrio de procedencia principal del público es Palermo (19 por ciento), seguido por Caballito (11 por ciento) y Villa Crespo (7 por ciento). Mientras que en 2016, sobresale Almagro (12,30 por ciento), seguido por Caballito (11,50 por ciento), Palermo (9 por ciento) y Villa Crespo (8 por ciento).

Según el relevamiento “se puede observar cierta correspondencia entre el lugar de procedencia del público y el espacio urbano de la Sala. Eso da un indicio de que el público no realiza grandes desplazamientos al momento de elegir a qué Sala concurrir”.

Por otra parte, el informe destaca que, en 2015, cerca del 32 por ciento residía en el conurbano bonaerense; a diferencia del 2016, en el que este número de casos baja al 11,5 por ciento. “Cabe preguntarse, a modo de hipótesis, si los aumentos en los transportes repercuten en la cantidad de público proveniente de barrios más alejados”, señala el documento.

Tanto en 2015 como en 2016, el informe encontró que el público que mayormente asiste a las obras tiene un nivel de estudios universitario (universitario completo 30 por ciento e incompleto/en curso 23,62 por ciento, tomando como referencia el año 2015). “Sobre las tareas que realizan a nivel laboral, se observa de manera contundente que la gran mayoría define su actividad en el marco de las artes y la cultural (39 por ciento)”, agrega el informe.

Además, el 23 por ciento del público tiene su ocupación en el rubro de administración y comercio; 22,13 son profesionales, 22,13 por ciento trabaja en áreas de servicios; 18,03 por ciento en docencia y 9,02 por ciento en otros sectores del mundo laboral.

Gustos son gustos

El informe también da cuenta de hábitos y prácticas del público que asiste a las salas del teatro independiente. En este sentido, del trabajo se desprende que la mayoría de los asistentes a espectáculos de artes escénicas concurren a ellos con una frecuencia de dos a más veces por mes. Esa misma franja de público, designa, como segunda opción, a las artes audiovisuales. También en relación a las preferencias del público, las actividades menos frecuentadas son los ciclos literarios, los recitales y las galerías/muestras/museos.

¿Qué motivaciones o razones dan los asistentes al momento de ir a una obra? El informe da cuenta de una “dispersión equilibrada”, que se distribuye por tema o contenido (50,40 por ciento), comentarios de amigos o conocido (47,25 por ciento) y estilo artístico (44 por ciento). En cuanto al horario preferido por el público del festival ESCENA para asistir a una obra, la respuesta mayoritaria es a las 21.

Por otra parte, las principales razones para no concurrir a un espectáculo, según los encuestados, es la falta de dinero (44 por ciento) y en igual medida la falta de tiempo (44 por ciento).

Entre las conclusiones, el informe de Escena destaca que ir al teatro es una experiencia en sí misma, “más amplia que el sólo hecho de ir a la sala”, que permite “vivenciar un momento de encuentro entrequienes participan de la salida (porque fueron juntxs) y con las otras personas que allí se cruzan”.

El informe también recuerda que gran parte del público ya pertenece al ámbito de las artes escénicas y, en este sentido, propone trabajar “trabajar aún más para ampliar la llegada a otros públicos, principalmente aquellos que tienen el hábito de participar en acontecimientos artísticos afines (como audiovisuales)”. Según los datos, las principales fuentes de información de la oferta de obras son el cara a cara y los amigos de redes sociales.

“Los sujetos que circulan por estos espacios, tanto creadorxs como público, reivindican al arte y la cultura como fuerza de transformación social, espacio para la lucha y el deseo”, concluye el trabajo.