Un marchand irá a la cárcel por quedarse con más de diez millones de dólares de transacciones

El intermediario británico retuvo dinero de ventas de obras de Picasso, Chagall y Signac, entre otros.

Un marchand de arte británico, Timothy Sammons, recibió una condena de entre 4 y 12 años de cárcel en un tribunal de Nueva York luego de haberse declarado culpable de robar entre 10 y 30 millones de dólares durante sus transacciones con obras de arte.

Entre las obras que Sammons utilizó para retener de forma ilícita esos fondos, figuran las ventas de “Buste de Femme” de Pablo Picasso, “Reverie” de Marc Chagall, y “Calanque de Canoubier (Pointe de Bamer)” de Paul Signac entre otros, según un comunicado de la Fiscalía de Manhattan.

“Durante su negociación de las ventas de pinturas extraordinarias de alto precio, Timothy Sammons había dominado el arte de la mentira, el timo y el robo”, afirmó el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance. “Durante años, el acusado organizó una estrategia engañosa para hacer dinero, ganándose la confianza de posibles compradores y vendedores para defraudarlos por millones de dólares y usar este dinero para financiar su lujoso estilo de vida”, agregó Vance, consignó la agencia EFE.

Como marchand, Sammons había trabajado para la casa de subastas Sotheby’s en Nueva York, y montó su propio negocio con oficinas en Londres, Zurich y Nueva York. Se dedicaba a representar a propietarios de importantes piezas de arte a través de ventas privadas o enviándolas a compañías de subastas, y sus clientes esperaban que Sammons vendiera las piezas y les diera los fondos obtenidos con la venta tras quedarse con una comisión.

Pero, según la acusación, desde 2010 a 2015 Sammons se hizo con parte del dinero conseguido con la venta de obras de arte, además de utilizar piezas que no eran de su propiedad como avales para obtener préstamos personales. Además, utilizó dinero de la venta de las obras de arte para pagar vuelos en primera clase, cuotas de destacados clubs o las facturas de sus tarjetas de crédito.

Durante la sentencia, que tuvo lugar ayer, la jueza encargada del caso, Ann Scherzer, describió las acciones de Sammons como “extremadamente serias e inquietantes”, y aseguró que el acusado se había negado a responsabilizarse de sus acciones al no querer hacer declaraciones en la última vista.

Por su parte el abogado de Sammons, David Touger, afirmó al medio especializado artnet News, que su cliente estaba arrepentido y que sus acciones “no eran intencionadas”.