Tráiler de “Children of the Corn”, la nueva adaptación de la novela de Stephen King

Los campos de Nebraska no volverán a ser seguros.

Aunque no lo parezca, Children of the Corn (Los niños del maíz) es una de las novelas de Stephen King que más adaptaciones y secuelas nos regaló. Buena prueba de esto es que pronto se estrena en Estados Unidos una nueva versión, la decimoprimera de la saga.

Con guion y dirección de Kurt Wimmer, de Equilibrium y Ultravioleta, la ficción volverá a situarnos en un aislado pueblo de Nebraska en el que un grupo de niños rinden culto a un ente diabólico al que llaman “El que camina detrás de la fila”, lo que les lleva a cometer sangrientas fechorías y sacrificios. Sus víctimas son todo adulto que cae en sus manos.

La nueva película está planteada no como una secuela más sino como una reimaginación, un reboot del original y que ya obtuvo una conocida adaptación en 1984, dirigida por Fritz Kiersch, y un remake para televisión en 2009.

En el reparto estarán los jóvenes Elena Kampouris, de la serie Jupiter’s Legacy y Mi gran boda griega 2 (de la que se está preparando una tercera entrega), junto a Kate Moyer (Station Eleven), Callan Mulvey (The Gray Man) y Bruce Spence (The Road Warrior). Y, pese a que la producción terminó hace más de dos años, el estreno en Estados Unidos será ahora, el próximo 3 de marzo, y estará disponible en formato digital o video on demand a partir del 31 del mismo mes. A finales de año también estará en el catálogo de la plataforma de streaming especializada en el cine de género Shudder.

La sinopsis oficial dice que:

Poseída por un espíritu en un campo de maíz moribundo, Eden, de doce años, recluta a los otros niños en su pequeño pueblo para que se levanten y tomen el control. Cansada de tener que pagar el precio de los errores de sus padres, Eden lleva a los niños a un alboroto sangriento, matando a los adultos y a cualquiera que se le oponga. Con todos los adultos encarcelados o muertos, todo se reduce a un estudiante de secundaria que no aceptará el plan y se convierte en la única esperanza de supervivencia del pueblo.