“Spider-Man: A través del Spider-Verso” se estrena en digital con múltiples versiones distintas a lo visto en cines

Los cines, a su vez, también proyectaron distintos montajes de la ambiciosa película de animación.

Spider-Man

Una vez Spider-Man: Un nuevo universo revolucionara la animación contemporánea, cada secuela que acometiera desde entonces Sony iba a lidiar con unas expectativas insostenibles. Es razonable suponer que A través del Spider-Verso ha estado a la altura, con unos números excelentes en taquilla y unas grandes críticas que arrojan un vistazo optimista al futuro de la saga (Beyond the Spiderverse, como conclusión de la trilogía, ya está en marcha), pero toda esta angustia por trascender también podría haber tenido su lado oscuro.

A través del Spider-Verso llevaba tiempo en carteleras cuando Vulture publicó un reportaje repasando las precarias condiciones laborales de los animadores del film: trabajo de 11 horas al día, 7 días a la semana, y sometidos a un afán por improvisar y malgastar esfuerzos del que cabía hacer responsable a Phil Lord como productor todopoderoso. Es lo que nos lleva a mirar sin tanta simpatía lo que hemos ido sabiendo después de A través del Spider-Verso: puede ser ocurrente lo de que haya varias versiones de la película distintas pasando por cines, pero esto ha sido posible gracias al sufrimiento de los artistas.

Andrew Leviton, editor de la película, confirmó que no había una única versión de la película proyectándose en salas luego de que varios fans compartieran sus descubrimientos en redes sociales. No dio a entender entonces a qué se había debido, suponiendo que quizá era un “juego” vinculado a la importancia del multiverso, con sus diversas realidades, en el argumento del film. Sea como sea A través del Spider-Verso ya está disponible en copias digitales y más gente está accediendo al film, descubriendo entonces que ha sucedido lo mismo en otras plataformas: hay muchas versiones, distintas a lo que vimos en cines.

Un usuario de Twitter ha repasado todo aquello que se ha ido señalando. Las diferencias son del estilo de lo que en su día supimos de las copias para cines: diferencias que pueden ser tan sutiles como los rótulos de una escena, hasta diálogos que cambian. Por ejemplo Miles Morales le dice a Miguel O’Hara durante su persecución “lo siento, me voy a casa” en algunas versiones, y en otras guarda silencio. En otras Lyla, asistente de O’Hara, se hace una selfie durante una interacción, y en otras no.

El Miles alternativo de los últimos minutos incluso llega a cambiar de peinado: diferencias significativas, que habrán costado un esfuerzo, y cuya motivación auténtica se nos escapa. Puede incluso que haya habido algún desacuerdo entre los artistas a la hora de elegir qué copia de la película estrenar, pero no deja de ser desconcertante por el hecho de que parece que ya no existe tal cosa como “montaje para cines”. A la vez que desagradable por imaginar lo mucho que alguien habrá sufrido para materializar estos cambios irrelevantes.