Se renueva el sueño de recuperar el emblemático parador Ariston de Mar del Plata

Una periodista especializada en arquitectura buscará fondos para comprar el terreno y restaurar la obra del maestro de la Bauhaus, Marcel Breuer.

El parador Ariston, de Mar del Plata, pensado por el maestro de la Escuela de la Bauhaus, el arquitecto húngaro Marcel Breuer, podría, finalmente, apartarse de la senda de abandono en el que se encuentra desde hace más de dos décadas. Una periodista especializada en arquitectura, Vanessa Bell, realizó el contacto con los dueños del edificio y comenzará una campaña para restaurar y darle vida a la obra con la emblemática figura de trébol de cuatro hojas, ubicada en el barrio La Serena, a cien metros del mar.

El parador, construido en 1948, es la única obra del Bauhaus en nuestro país. Sin embargo, desde 1993 se encuentra sin uso y fue víctima, a lo largo de los años, del vandalismo. Antes, había funcionado como discoteca y confitería. La obra respeta cuatro de los cinco puntos desarrollados por Le Corbusier, como características de la Nueva Arquitectura: una planta libre incorporada al paisaje, un espacio interior también libre, una fachada sin condicionamientos (en este caso con aventanamientos acristalados) y una terraza jardín (de pequeña dimensión en el Ariston). Hoy, sin embargo, luce recubierto de maderas, sin ventanas y con grafitis.

Vannesa Bell, nacida en Londres, criada en París y desde muy pequeña atraída por la Argentina (hoy vive en nuestro país y es periodista), recuerda el día en que conoció la obra de Breuer en conjunto con los arquitectos argentinos Eduardo Catalano y Carlos Coire. “Me partió el alma verlo así”, dice Bell, en diálogo con Diario Vivo. Coordinadora de tours en los que muestra el lado B de Buenos Aires, y que incluyen obras de arquitectura por fuera de las tradicionales, visitas a ateliers y espacios de diseño, Bell es una ferviente defensora del patrimonio creativo de la Argentina. “Acá hay como un desprecio por lo autóctono y miran lo de afuera y piensan que es mejor”, apunta.

El Ariston, en buen estado y en funcionamiento.

Desde hace muchos años, en las redes sociales y en la plataforma Change.org se reclama por el estado del parador. Bell, sin embargo, decidió hacer, como dice ella, “un tiro al aire”. “Empecé a hablar con mis amigos y dije: ‘¿Pero nadie encaró a los dueños para ver si se lo compran?’. Yo pensé, pero a nadie se le ocurrió eso. Es lo más sencillo, encarar a los dueños y preguntarles si no tienen un precio”, relata. La periodista pudo dar con los dueños del Ariston. “Averigüé quiénes eran, me asesoré con un abogado y decidí hacer una propuesta concreta”.

Ahora, la periodista se embarcó en la misión de juntar, en primer lugar, 300.000 dólares para la compra del predio. Luego, vendrá la etapa de la restauración del edificio para la que deberá contar con más fondos. Pero el primer paso será la semana que viene: Bell viajará a Londres, en donde mantendrá reuniones con arquitectos y empresarios a quienes les mostrará el proyecto que, cree, despertará entusiasmo en inversores o posibles donantes, por tratarse, justamente, de una obra única de un maestro de la arquitectura.

“Lo que queremos es que el grueso de la plata se invierta en los materiales y lo que es la restauración”, apunta Bell, y adelanta que la restauración será “minuciosa”. La idea es buscar maderas y muebles de época, aunque se enfrenta a una dificultad: no son muchas las fotos que hay en la web sobre el interior del parador para poder reproducir, hoy, lo que se veía en el interior de los dos niveles del trébol de Breuer. Una de las cosas en las que las personas podrán colaborar será en “rastrear y pedir fotos de familia, que la gente empiece a postear y buscar en sus archivos porque no hay muchas fotos del parador”. “Pero tiene que haber. ¿Cuánta gente habrá comido, bailado ahí?”, agrega.

El estado de abandono del parador Ariston hoy.

Bell ya proyecta el futuro de la nueva etapa del Ariston. “Mi idea es tener un bistró bar abajo y después arriba va a haber una tienda -ya tengo un diseñador gráfico de Londres que va a donar su servicio- y una parte tipo mini museo”, dice.

“Mis amigos marplatenses están re emocionados. Va a ayudar a Mar del Plata y va a atraer a gente que venga fuera de temporada. Siento que todos quieren que esto se dé”, se entusiasma Bell. Y afirma que la recuperación del Ariston y “asegurar su futuro” será la primera parte de un largo recorrido, que incluirá la revitalización de la Casa del Puente, también en Mar del Plata. La ciudad, asegura, es “arquitectonicamente increíble y tiene todo”.