Por qué Theresa May usa un botón blanco en uno de sus brazos

La primera ministra británica es diabética y utiliza ese dispositivo para controlar el nivel de glucosa, sin necesidad de recurrir a las punciones en los dedos.

Si durante su visita a la Argentina para participar de la cumbre del G20, la Primera Ministra británica, Theresa May, luce sus brazos al descubierto, se verá que tiene colocado lo que aparenta ser un pequeño botón blanco. Éste es en realidad un dispositivo de última generación para medir niveles de glucosa en niños y adultos con diabetes.

Según lo que ella misma ha confirmado públicamente, fue diagnosticada con diabetes tipo 1 en 2012, por lo que debe monitorear sus niveles de glucosa múltiples veces al día para lograr un manejo adecuado de la enfermedad. Este sistema les permite a las personas con diabetes contar con una alternativa simple y cómoda para monitorear su glucosa, como alternativa a realizarse punciones en los dedos varias veces al día.

El sistema se compone de un sensor y un lector. El sensor, que se ubica en la parte posterior del antebrazo, tiene aproximadamente el tamaño de una moneda de dos pesos, y, minuto a minuto, mide la glucosa en líquido intersticial mediante un pequeño filamento que se encuentra colocado justo debajo de la piel. El lector se utiliza para escanear el sensor. Con cada escaneo se puede ver el valor actual de glucosa, un historial de las últimas 8 horas y una flecha de tendencia.

“Este dispositivo simplifica enormemente el control de la glucosa y tiene otros beneficios muy importantes, como marcar la tendencia de la glucosa, es decir, si está en ascenso o descenso. Es información muy valiosa para tomar decisiones todo el tiempo y lograr el mejor control posible de la diabetes”, sostuvo Adriana Angelina, paciente y presidente de la Asociación Civil de Diabetes Argentina (ADA).

Se trata de una herramienta  que está disponible en nuestro país desde mediados de 2017 y contribuye a un mejor control de la diabetes, enfermedad con carácter epidémico, que afecta a 1 de cada 10 adultos en Argentina.

Sin embargo, y aunque se usa en muchos países del mundo, en Argentina su uso queda restringido a quienes tienen la posibilidad de cubrirlo por su cuenta, dado que no es contemplado por la mayoría de las obras sociales, prepagas o el sistema público”, agregó Angelina.