Desde el año 1996, la UNESCO promueve la celebración del Día Internacional del Libro con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de los derechos de autor a nivel mundial.
El día elegido coincide con la fecha de nacimiento o deceso de varios escritores famosos. William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y el Inca Garcilaso de la Vega fallecieron o nacieron un 23 de abril. El Premio Cervantes, considerado el Nobel en español, también se entrega los 23 de abril.
Una fecha importante para la historia de la literatura ya que también coincide con el nacimiento o el fallecimiento de otros nombres importantes como Maurice Druon, Vladimir Nabokov, Josep Pla o William Wordsworth.
La decisión de dedicarle un día especial a la promoción de la lectura surgió durante la Conferencia General de la UNESCO celebrada en París en 1995. El objetivo detrás de la celebración es la protección de los derechos de autor y el fomento de la lectura, sobre todo entre los más jóvenes.
Las palabra de la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, describen a la perfección el espíritu que alienta esta celebración mundial:
“En estos tiempos turbulentos, los libros encarnan la diversidad del ingenio humano, dando cuerpo a la riqueza de la experiencia humana, verbalizando la búsqueda de sentido y de expresión que todos compartimos y que hace avanzar a todas las sociedades. Los libros contribuyen a unir a la humanidad como una sola familia, compartiendo un pasado, una historia y un patrimonio, para forjar un destino común donde todas las voces sean escuchadas en el gran coro de las aspiraciones humanas.“
En tiempos de pandemia, los libros se han convertido una vez más en los mejores aliados para sobrellevar la cuarentena obligatoria y el aislamiento social obligatorio. A pesar de la crítica situación que vive el mundo, los libros permanecerán abiertos, las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
