Por qué hablan de una “bomba ciclónica” en Estados Unidos

La costa este estadounidense vive una ola de frío sin precedentes. Al menos 19 personas murieron por causas relacionadas a las bajas temperaturas.

La costa este de Estados Unidos está literalmente congelada. Long Island, la mitad en Manhattan y Nueva Jersey están cubiertas de nieve. Pero el escenario allí podría empeorar, ya que a las bajas temperaturas podrían sumarse fuertes vientos, que complicarían aún más las actividades en Nueva York y Washington. En los pronósticos meteorológicos y la prensa local ya hablan de una “bomba ciclónica”.

El aeropuerto JFK está cerrado, muchas oficinas están sin sus trabajadores, las clases están suspendidas y está en peligro el suministro eléctrico. En Nueva York, la temperatura se ubicaba en lo cuatro grados bajo cero, pero la sensación térmica se ubicaba en los 13 grados bajo cero. En los alrededores del aeropuerto de Dulles, en la capital estadounidense, se registraron 17 grados por debajo del cero.

El fenómeno meteorológico extremo está ligado a una abrupta caída de la presión atmosférica. Por la rotación de la Tierra, y debido al encuentro de un frente de aire caliente con el frío, entonces se produce un efecto ciclónico. Una forma de llamarlos en huracanes de nieve, ya que el efecto es similar a los generados por los huracanes que suelen golpear al Caribe cada año. Para ser calificado como un ciclón bomba, la presión debe bajar al menos 24 milibares en un lapso de 24 horas.

Nueva York está en temperaturas bajo cero desde el 25 de diciembre, y fue el comienzo de la semana más fría en la historia de esta ciudad. Las autoridades ya declararon allí el estado de emergencia.  La temperatura podría bajar hasta los 20 grados bajo cero. En total, son trece los estados en alerta por la llegada de esta tormenta “monstruosa”, informó la CNN.

El viernes y el sábado el frío puede ser aún mayor y las autoridades ya preparan albergues y sitios de refugio para las poblaciones más vulnerables: a la nieve se le sumarán fuertes ráfagas de viento con velocidades de hasta 40 kilómetros por hora y más tormentas de nieve.

Desde hace casi dos semanas, 19 personas murieron por causas relacionadas al frío en Estados Unidos.