En la histórica y extendida sesión por la legalización del aborto, hubo discursos a favor y en contra del proyecto, pero algunos se destacaron especialmente por los argumentos insólitos que contuvieron.
Quien llamó la atención durante su discurso fue la diputada radical Estela Regidor, quien comparó el embarazo con el de una perra.
“Seguro que muchos de ustedes tienen mascotas ¿Qué pasa cuando una perrita queda embarazada? No la llevamos al veterinario a que aborte. Enseguida salimos a buscar a quién regalarle los perritos. Fíjense como son los animales, hasta las peores fieras quieren a sus crías. ¿Qué nos pasa a los seres humanos que tenemos esta maldita razón que nos tapa el corazón? Si fuéramos un poquito más animales, no mataríamos a nuestras crías, las criaríamos como fuera”, dijo Regidor. Posteriormente, su argumento fue mencionado en varios discursos de quienes votaron a favor de la iniciativa por la interrupción legal del embarazo, por la inaudita comparación.
Uno de los diputados que suele ser noticia por sus argumentaciones inesperadas es Alfredo Olmedo. Con su clásica campera amarilla, el salteño que ya se había opuesto a la ley de matrimonio igualitario, en esta oportunidad volvió a ser figura por su propuesta que enojó a más de un legislador. “Si en el aborto la solución es matar al niño por nacer hemos vuelto a fracasar”, comenzó Olmedo. Luego, afirmó que “curiosamente” todos en el recinto estaban vivos y negó que una interrupción del embarazo fuera a ser gratuita. “¿Vamos a pedirle la plata al FMI para pagar los abortos? Yo no voy a permitir eso”, apuntó. También dijo que hay un “negocio encubierto” de células e indicó que dar en adopción a un niño no deseado puede se runa solución para las mujeres. Al final, concluyó: “¡No enterremos el futuro de la Argentina matando a los niños por nacer! Presidente Macri, si usted está a favor de la vida, ¡vete la ley del aborto si se aprueba!”.
Un tercer discurso que llamó la atención en el mismo sentido fue el enunciado por la diputada puntana Ivana Bianchi, de Unidad Justicialista. Bianchi aseguró que existe un comercio clandestino de embriones y órganos. “Se puede pagar hasta cien dólares cada feto. También hay tráfico de cerebros de fetos en Francia. Por eso me pregunto: ¿cuál va a ser el destino de estos fetos, van a ir a bolsas, van a ir a investigación, van a ser comercializados?”, preguntó la diputada. Al final, la legisladora peronista rompió en llanto.
La histórica sesión por el aborto pasará a la historia por la media sanción que recibió el proyecto por la interrupción legal del embarazo, en una jornada de casi 24 horas en la que no faltó nada. Ni siquiera los discursos insólitos.
