Llega una edición de colección del disco “The Man Who Sold the World” de David Bowie

El álbum tendrá nuevas mezclas, la tapa original elegida por Bowie y hasta el nombre que este había elegido para su tercer trabajo de estudio y que el sello discográfico rechazó.

Hace casi 50 años, más precisamente el 4 de noviembre de 1970, el público conoció un disco clave en la trayectoria de David Bowie. Se trata de The Man Who Sold the World, un álbum que se destaca por una renovación en el sonido de Bowie, que le abre los brazos al hard rock.

Ahora, el próximo 6 de noviembre, a cinco décadas de su lanzamiento, The Man Who Sold the World, que contiene temas como ”Saviour Machine”, “Black Country Rock” o “The Supermen”, volverá en una edición especial, ideal para los seguidores de Ziggy Stardust.

En primer lugar este re lanzamiento incluirá el nombre original que tuvo este proyecto de Bowie: Metrobolist, en un juego de palabras irónico con la película  Metrópolis, del austríaco Fritz Lang, que la discográfica Mercury Records no tuvo en cuenta.

En cuanto a las canciones, estas volverán a escucharse remezcladas, salvo “After All”, que el productor Tony Viscontti consideró que estaba impecable así como puede escucharse hoy.

Esta reedición de este disco fundamental de Bowie llegará con una portada distinta a la original,y tendrá el diseño del artista  Michael J. Weller. En la imagen puede verse a un vaquero inspirado en la figura de John Wayne, frente a un viejo hospital psiquiátrico, una composición que contaba con la aprobación de Bowie, pero no de la discográfica.

El disco, finalmente, salió en Estados Unidos con la obra de Weller en Estados Unidos, aunque en el Reino Unido fue publicado con una fotografía tomada por Keiith MacMillan. Se incluirán además imágenes inéditas de la sesión fotográfica realizada por MacMillan en la mansión señorial de Haddon Hall.

En enero pasado se dio a conocer una versión inédita del tema que da nombre al disco, y que ahora podrá escucharse en vinilo, a 50 años de este álbum que marcó un punto de inflexión en la carrera de Bowie.