“Las inversiones las tiene que hacer un empresario convencido de que va a tener rentabilidad”

Al término de la reunión de una hora que entre funcionarios y directivos de la UIA. se aplacaron los ánimos de gobierno y empresarios.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, recibieron este mediodía, en Casa Rosada, al titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo.

“Acabamos de tener una charla larga con los representantes de la UIA, franca abierta. Muchísimas coincidencias para trabajar juntos. No había un problema y sigue sin haberlo y la idea es profundizar los acuerdos sectoriales”, aseguró Cabrera, a la salida del encuentro de una hora aproximadamente.

“Nunca pedimos que hubiera inversiones, porque estamos convencidos que las tiene que hacer un empresario que está convencido que va a tener rentabilidad”, agregó.

La reunión se desarrolló en el despacho del jefe de Gabinete y, además de Acevedo, estuvieron los vicepresidentes de la UIA Luis Betnaza y Daniel Funes de Rioja.

Los industriales se quejaron por la alta presión tributaria y el impacto en la apertura de las importaciones.

Acevedo se mostró dispuesto a desarrollar el intercambio comercial, pero pidió hacerlo “con inteligencia”. “Lo tenemos que hacer con mucha inteligencia”, advirtió el titular de la UIA, a la salida del encuentro con los funcionarios del gobierno.

El empresario indicó que sea acordó trabajar “más en conjunto con el Gobierno”,  para atender las cuestiones de “largo plazo” y las de “coyuntura”.

El reclamo por la presión tributaria y la apertura de las importaciones fue el que desencadenó una serie de cruces desde el sábado 3 de marzo, a partir de la declaraciones que hizo Cabrera en una entrevista en radio Mitre.

“Creemos que hay que tener una agenda positiva y dejarse de llorar. Hay que ganar nuevos mercados y competitividad”, disparó el ministro de la Producción,  que recibió después el apoyo presidencial.

El viernes último, el presidente, Mauricio Macri, atendió uno de los reclamos de los empresarios ya que intercedió ante el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, para que exceptúe a Argentina de un sobrearancel a las importaciones de aluminio, del 10 por ciento, y de acero, del 25 por ciento.

 

El gobierno nacional argumentó que las exportaciones de acero y aluminio a Estados Unidos tienen una baja participación en el mercado norteamericano.