La familia de Roald Dahl pidió disculpas por el antisemitismo del autor de Matilda

El escritor llegó a justificar las atrocidades del nazismo; sus familiares expresaron que esta clase de comentarios “son incomprensibles” para ellos.

La familia de Roald Dahl (1916-1990), el creador de la prodigiosa Matilda y del excéntrico Willy Wonka, compartió una disculpa pública por los dichos antisemitas del escritor británico, quien falleció hace treinta años, en la que lamentan los “comentarios prejuiciosos” del autor.

En la página web del escritor -una plataforma interactiva con recursos y mucho material sobre la obra de Dahl- la familia del escritor subió un breve comunicado en el que se disculpan “por el dolor duradero y comprensible causado por algunas de las declaraciones de Roald Dahl”, en referencia a sus dichos antisemitas en vida, que todavía despiertan críticas y controversias.

Como aquel que recordó el diario español ABC España en una entrevista con la revista The New Statesman en 1983, cuando Dahl dijo que “hay un rasgo en el carácter judío que provoca animosidad, quizá sea una especie de falta de generosidad con los no judíos” y agregó: “Siempre hay una razón para que broten los ‘anti-algo’. Hasta un canalla como Hitler no los acosó sin razón”.

A propósito de declaraciones como esas, la familia compartió su disculpa pública y lamentó: “Esos comentarios prejuiciosos son incomprensibles para nosotros y contrastan marcadamente con el hombre que conocimos y con los valores en el corazón de las historias de Roald Dahl, que impactaron positivamente a los jóvenes durante generaciones. Esperamos que, tal como lo hizo en su mejor momento, en su peor momento, Roald Dahl pueda ayudarnos a recordar el impacto duradero de las palabras”.

Dahl es uno de los autores más importantes de la literatura infantil y juvenil, recordado por una obra con mucha vigencia, que se caracteriza por construir mundos mágicos con mucho humor negro y personajes complejos, en libros como “Las brujas”, “Los Gremlins”, “Charlie y la fábrica de chocolate”, “Danny, el campeón del mundo”, “Cuentos en verso para niños perversos”.

Su obra fue traducida a 58 idiomas y vendió más de 200 millones de ejemplares en el todo el mundo y muchos de sus títulos fueron adaptados a la pantalla grande, con versiones de Tim Burton, Wes Anderson y Steven Spielberg. Incluso su clásico “Charlie y la fábrica de chocolate” tuvo dos adaptaciones cinematográficas, en 1971 y 2005.