Jinete de la tormenta

Reeditan una versión bilingüe de uno de los textos que escribió Jim Morrison y que revive la visión del mundo de una de las personalidades más controversiales de la música

A 43 años de su muerte y a poco de cumplirse los 74 años de su nacimiento se reeditó uno de los primeros libros de James Douglas Morrison -como era en verdad su nombre- quien escribió, durante su adolescencia, uno de varios textos que el mismo publicaría, y que ahora vuelve en versión bilingüe en la edición que realizó la editorial Mansalva.

Fue en 1964, cuando el joven Morrison “tomó un cuaderno y escribió The Lord. Notes on Vision en la tapa” explican desde la reedicion. Meses después comenzó a estudiar la carrera de Dirección de Cine en Los Ángeles, donde se mezclaron el deseo de exteriorizar lo que sucedía en su mente, la lectura, la poesía y las primeras composiciones musicales. En ese texto, que recién autopublicó en 1969, describe los lugares, las personas, los acontecimientos y pensamientos que tuvo sobre el cine.

 

 

Para entonces su pseudónimo, y su talento, ya eran reconocidos: Jim Morrison era el cantante de The Doors. El muchacho deleitaba con sus letras, hablaba en clase de los centenares de libros que leía vorazmente —incluyendo títulos que sus profesores no conocían y que, más por curiosidad que por intelecto, los hizo acercarse a la Biblioteca del Congreso para comprobar si existían algunos de los libros que decía haber leído—.

 

“Dormir es sumergirse dentro de un océano cada noche. Por la mañana, despertar empapado, jadeando, con los ojos ardiendo”. Notas sobre la visión, JDM.

 

El posfacio de la reedición describe: “Estas ‘Notas sobre la visión’ son un pretexto de Morrison para mostrar la psicología y el flujo humano de las grandes capitales, esbozar una historia del ojo, estudiar la percepción de las imágenes en las pupilas del espía pegado al cerrojo de una puerta o al marco de una ventana, así como especular con la mirada de un niño fascinado con teatritos callejeros”.

 

 

Morrison es un ícono indiscutido de la cultura y de la música rock, no solo por su particular talento y figura frontman de la mítica banda “The Doors”, que en sí misma representó un quiebre en la época, sino también por su peculiar forma de ver el mundo, reflejado en sus canciones y su filosofía de vida siempre en busqueda de un poco mas, mas al fondo.

El joven que ha sabido provocar escándalos y enfrentarse a situaciones de exposición y tensión eléctricas para su época, que no toleraba socializar y que daba conciertos de espaldas al público porque padecía de miedo escénico, dejó su carrera solista en el momento de mayor apogeo de The Doors. Su genio lo excedió y las drogas y el alcohol se apoderaron de su prodigiosa mente que antes solo compartía leyendo a los más eximios escritores: Friedrich Nietzsche, Aldous Huxley, Jack Kerouac, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, el conde de Lautréamont, Emanuel Swedenborg, Gérard de Nerval y William Blake. Fue, justamente, una reflexión sobre un texto de Blake el que da nombre a su banda.

 

“¿Qué sacrificio, a qué precio puede nacer la ciudad?”. Notas sobre la visión, JDM.

 

Siempre crítico y polémico, ya desde sus “Notas” despuntaba con estilo propio, su opinión del mundo y el arte: “Son comentarios hilvanados de prosa seca, distante, acerca de los ojos que ven una ciudad, que miran el reflejo de un espejo, de las lentes artificiales de la cámara filmadora”, definen los traductores de la obra para la nueva edición.

En 1969 también publicó “Las nuevas criaturas”, un libro de versos más poéticos en cuanto a su estructura y que él editó y publicó con su nombre completo. Ambos textos, más tarde, fueron publicados en un solo volumen titulado Los señores y las nuevas criaturas. Estas fueron las únicas obras publicadas en vida de Morrison.

“Es una colección de fetiches: mosaico de poemas en prosa, epigramas, historias, apuntes sueltos sobre espectáculos de linternas, desde las ancestrales sombras chinescas hasta su apropiación del teatro universal, el diorama, el pleorama y las cóncavas proyecciones fotográficas de la ciudad del panorama que llevaron a los exteriores al interior de salones (…) La visión, en este caso, es motivo aparente para ensayar ‘notas’ sobre el entretenimiento popular, la cultura de masas, la pervivencia del azar, el dinero y el progreso en la lógica de la vida moderna”, continúan los traductores sobre los escritos en los que el Dionisio del rock despliega vidas oblicuas de arquitectos o presidiarios vanguardistas: Muybridge, Calígula, bailarinas, prostitutas, ventrículos, alquimistas y asesinos se confunden con las influencias del cine primitivo.

Como ediciones postumas, el 3 de julio de 1971, salieron a la luz otros dos volúmenes de los poemas cuyo contenido fue minuciosamente seleccionado por el fotógrafo Frank Lisciandro, amigo de Morrison, y los padres de su novia Pamela Courson, dueños de los derechos de su poesía.

Los otros tres libros fueron: “Poemas”, “Desierto. Poemas II” y “Una oración americana y otros poemas”.