“Hambre cero” en el mundo: la FAO pide que haya más voluntad política

En el mundo 1 de cada 9 personas sufre la falta de nutrientes.

Más voluntad política y más apoyo financiero para alcanzar en 2030 el objetivo de “Hambre Cero” fue el reclamo que hoy llevaron a Roma representantes de los 150 países que integran la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Necesitamos poner en práctica sistemas alimentarios que proporcionen alimentos saludables y nutritivos que sean accesibles y asequibles para todos”, señaló el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en su intervención durante el acto que celebró el Día Mundial de la Alimentación.
Según la FAO, “el hambre en el mundo aumentó por tercer año consecutivo, afectando ahora a 821 millones de personas”, es decir, una de cada nueve. En el documento “Nuestras acciones son nuestro futuro”, dado a conocer hoy por las Naciones Unidas, los representantes de la FAO pidieron que tanto gobiernos como también las empresas se comprometan a modificar los sistemas alimentarios.

“Todos debemos poner de nuestra parte para que todas las personas tengan acceso a una dieta saludable y nutritiva”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en un video presentado en la conferencia.

De acuerdo con datos de la FAO, hay 1.300 millones de personas con sobrepeso en todo el mundo, mientras que 672 millones son obesas. La FAO también advirtió sobre lo que se denomina “hambre oculta”, es decir las personas que carecen de los nutrientes necesarios para una vida saludable y que, según sus cifras, son alrededor de 1.500 millones.

Junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la FAO implementó una serie de recomendaciones para llegar al 2030 con el objetivo del Hambre Cero, como por ejemplo impulsar legislaciones que mejoren el etiquetado de los productos, prohibir ingredientes nocivos o incluir la nutrición en los programas escolares. La organización busca también combatir el desperdicio de alimentos y promover los alimentos frescos producidos por la agricultura familiar. En ese sentido, Graziano da Silva citó como ejemplo a Brasil, Perú y China, a los que elogió “por haber reducido significativamente el hambre en un corto período de tiempo”.