El FIBA tomará por asalto el verano porteño

Llega una nueva edición del FIBA a la Ciudad, esta vez en versión veraniega. Con múltiples propuestas al aire libre y una programación enfocada en la inmigración, su director artístico, Federico Irazábal, conversó con Diariovivo.

El Festival Internacional de Buenos Aires “tomará por asalto” la ciudad desde el miércoles 23 de enero al domingo 3 de febrero.

Desde 1997, el festival de Buenos Aires se convirtió en una de las citas culturales ineludibles de Latinoamérica por la llegada de artistas internacionales que vienen a mostrar sus trabajos como también por la variedad de propuestas nacionales. En esta oportunidad, se desarrolla por primera vez durante el verano porteño. De esta forma, estrena dos secciones al aire libre; la Maratón Abasto y Ciudadanza.

DiarioVivo: ¿Por qué este año el FIBA se desarrolla durante el verano?
Federico Irazábal: La versión de verano del FIBA era un proyecto que ya tenía la Ciudad. Se decidió hacer este año para generar un cambio radical en el festival que ya había empezado en la edición anterior con propuestas vinculadas a la calle y a los barrios como la obra Remote Buenos Aires de la compañía alemana Rímini Protokoll o la obra del director Martín Seijo donde se recorría el barrio porteño de Almagro en función de nuestra triste historia de la Dictadura Militar.

DiarioVivo: En ediciones anteriores del FIBA, usted afirmó que uno de sus objetivos era incentivar la concurrencia al festival del espectador ocasional de teatro y de nuevos públicos. Con las múltiples propuestas que inundan el espacio urbano como Maratón Abasto y CIUDADANZA ¿Cree que ese objetivo se va a consolidar?
Federico Irazábal: Claramente, se está trabajando muy fuertemente en eso. El público que utilice los espacios verdes durante el finde semana, además de la dinámica habitual que se desarrolla en la Ciudad, podrá disfrutar de una gran cantidad de espectáculos. El fin es invadir o modificar los espacios habituales de la ciudad, que los espectadores puedan recorrer, acompañar a los artistas y sientan que el arte está en condiciones de cruzarse en su propio territorio. Esta propuesta propone la necesidad de salir a sitios específicamente no teatrales para hacer propuestas estéticas de calidad que tienen que ver con tomar al otro por asalto. Un transeúnte se puede convertir en un espectador casual al encontrarse con una propuesta teatral a la salida de su trabajo.

 

 

DiarioVivo: Desde el punto de vista curatorial, en la edición anterior se había empezado a trabajar con el cruce de fronteras y la idea de trasnacionalidad. ¿Qué ejes abordará esta doceava edición del FIBA?
Federico Irazábal: En la edición anterior, el FIBA se definía como un festival trasnacional. Esta idea de trasnacionalidad o de la caída de fronteras como espacio de demarcación y segregación del Otro hizo que fuésemos más radicalmente hacia una reflexión de ese Otro –los refugiados, los exiliados e inmigrantes-. Abordaremos distintos procesos inmigratorios para mostrar la crudeza que implican esos tránsitos en un contexto donde este tema se está volviendo excesivamente relevante por las distintas políticas que están implementando los gobiernos de extrema derecha europeos en relación a los refugiados. Se darán a lo largo de toda la programación diferentes cruces que piensan al otro desde un punto de vista político o desde un lugar más íntimo a través de obras como Colección de Amantes o La Desnudez del director español Daniel Abreu.

DiarioVivo: Además de la obra The New Colossus de Tim Robbins que abrirá el festival en el Anfiteatro de Parque Centenario, una de las las propuestas internacionales que abordan la relación con el otro y la inmigración es “Atlas des Kommunismus (Atlas del comunismo)”, una producción del Maxim Gorki Theater de Berlín dirigida por la argentina Lola Arias, una directora muy aclamada en el exterior ¿Qué implica la llegada de una obra de Lola Arias a la Argentina de la mano del Teatro Gorki para los espectadores?
Federico Irazábal: Los artistas argentinos son muy demandados en el exterior y por la distancia física entre Argentina y Europa o EE.UU, el público argentino se pierde gran parte del desarrollo de esos artistas. Desde que la obra llega al país y el público tiene la posibilidad de verla, pasa mucho tiempo en el desarrollo creativo de esos artistas. El FIBA es la plataforma ideal para realizar un seguimiento de la producción de artistas argentinos en el exterior. En este caso, quedó seleccionada la obra de Lola Arias para cerrar el festival porque es una de las artistas argentinas más prestigiosas, porque la obra tenía que ver con el tema curatorial del festival. También, me interesaba mucho que el Teatro Gorki se presentara por primera vez en el FIBA. El teatro alemán tiene un peso muy específico dentro del festival, el público porteño lo disfruta mucho.