Cómo seguir en directo la restauración de un cuadro de Rembrandt

El Rijksmuseum de Ámsterdam permitirá que el público vea en el mismo museo o a través de internet el trabajo sobre la pintura La ronda de noche.

La ronda de noche (1642) es una de las obras más famosas de Rembrandt. Pintado a mediados del siglo XVII, ya tiene su su historia 25 restauraciones pero esta vez, anunció el Rijksmuseum de Ámsterdam, el lienzo será sometido a la investigación y restauración más exhaustiva de todas.

La intervención sobre la obra comenzó este lunes, y más allá de que para la misma se usará la tecnología más avanzada, lo novedoso es que todas las tareas podrán seguirse en vivo y en directo. Por un lado, quienes estén en Ámsterdam podrán ver la llamada Operación ronda de noche detrás de un cristal, a solo siete metros de la pintura. Pero además, los trabajos podrán seguirse a través de este link del museo, que mostrará en vivo el trabajo de los especialistas.

Se estima que el proceso de investigación de la obra, para conocer en detalle la técnica de pintura de Rembrandt, y la restauración de las partes de la pintura que lo necesiten demandarán, al menos, seis meses, aunque podría extenderse a los dos años. Durante ese tiempo técnicos, fotógrafos, historiadores del arte y otros especialistas serán parte de los trabajos, señaló la agencia EFE.

En la investigación y restauración serán utilizadas tecnologías de inteligencia artificial, técnicas de escáner con rayos X, una cámara fotográfica de altísima resolución, entre otras.

En la obra, terminada en 1642, aparece el capitán Frans Banninck Cocq y el teniente Willem van Ruytenburg, junto a otros personajes secundarios. La historia de la pintura está plagada de agresiones: la primera, cuando fue recortada en el Ayuntamiento de Ámsterdam, en 1715, porque simplemente no entraba en donde estaba previsto que sea exhibida. En 1911 apenas fue dañada en un ataque con un cuchillo. Luego de la Segunda Guerra Mundial (y de haberse salvado de los nazis), una persona con discapacidad la cortó 12 veces con un cuchillo. En 1990 hubo otro ataque: esta vez fue con ácido, pero gracias al barniz la pintura pudo salvarse.