En 1989, los conflictos de la arquetípica familia americana de clase media, en su búsqueda de ascender un peldaño en el escalafón social, quedaban reflejados en Parents, una de las mejores comedias de terror del director Bob Balaban (¡Qué muerto de novio!). En ella, el pequeño Michael Laemle (Bryan Madorsky) comenzaba a sospechar del comportamiento delirante de sus padres, Nick (Randy Quaid) y Lily (Mary Beth Hurt), quienes ocultaban un oscuro secreto relacionado con la comida que ocultaban en la nevera. Un filme que lleva décadas inspirando a los cineastas de todo el mundo, entre ellos a Samuel Bodin.
El cineasta francés (conocido por su anterior trabajo en Marianne, la serie de terror que enamoró a crítica y público en Netflix, pero que la plataforma canceló inesperadamente) estrenó ahora en los cines del mundo su nueva película, No tengas miedo (Cobweb). El espíritu de Parents está presente en algunas de las escenas más memorables del nuevo filme de Samuel Bodin, donde Antony Starr y Lizzy Caplan protagonizan a unos desquiciados padres sobreprotectores que intentan por todos los medios ocultar la verdad a su hijo Peter, interpretado por un sublime Woody Norman, quien este año también brilla con The Last Voyage of the Demeter.
¿Qué dice la crítica sobre ‘Cobweb’?
Alejado de su innovador estilo en Marianne, pero abrazando aún su lado más oscuro (presente en la factura visual y los monstruos del filme), Bodin aborda un relato trillado que hace que el guion se resienta, pero que no impide la creación de una atmósfera de angustia y claustrofobia. Un aura espeluznante nacida del puño y letra del guionista del filme, Chris Thomas Devlin, quien recientemente también era el encargado de coescribir junto a Rodo Sayagues y Fede Álvarez (directores de la franquicia No respires) la nueva versión de La Masacre de Texas (David Blue Garcia, 2022).
Cobweb, que podríamos traducir como telaraña -aunque haya sido retitulada en español como No tengas miedo-, presenta al protagonista de ocho años en su hallazgo de los secretos familiares más horripilantes, después de que comience a escuchar golpes y voces al otro lado de la pared de su dormitorio. Entre tanto recibe las burlas de un compañero de clase y el auxilio de una profesora sustituta, mientras que paralelamente las voces le incitan a que se vengue. Una premisa interesante que termina desinflándose con sus agujeros de guion y sus bamboleos entre el suspense, la fantasía y el terror.
En ocasiones, Bodin entreteje una telaraña perfecta con algunas dosis de violencia y asesinatos inesperados, que acaban perdiéndose en una mezcla de homenajes (buscados o no) a títulos que parten desde la película española El orfanato (con esa comunicación a través de la pared) hasta El beso de la mujer araña, sin olvidar por el camino referencias a Cacería macabra y sus caretas de animales. Un refrito del cine de terror que funciona, pero que sabe a poco para un director del que esperamos mucho más.
