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“Con vida propia”, una exposición individual del artista argentino David Lamelas, pionero del arte conceptual y uno de los grandes protagonistas de la escena artística argentina en la década del 60, se inaugurará hoy a las 19 hs en el Malba

La exhibición reúne un conjunto de fotografías, filmes, esculturas, videos, performances e instalaciones producidas en un arco temporal que va desde 1964 hasta la actualidad, y que propone un recorrido exhaustivo por la obra de este precursor y multifacético artista, protagonista de la vanguardia porteña que se generó en la década del 60 alrededor del Instituto Di Tella.

Este errático artista, que ha desplazado su residencia por distintas ciudades del mundo -Buenos Aires, Los Ángeles, París-, presenta así una adaptación de la muestra que se vio por primera vez en 2017, en el Museo de Arte de Universidad Estatal de California en Long Beach, como parte del megaproyecto Pacific Standard Time La/La.

 

 

En la inauguración para prensa, un día antes de la apertura oficial, un vivaz y elocuente Lamelas se mostró emocionado y agradecido por esta exhibición, que dedicó a los artistas ya fallecidos Pablo Suárez y Rubén Santantonín.

“Yo soy gracias a ellos”, dijo Lamelas visiblemente emocionado sobre los creadores con los que compartió equipo durante la realización de La Menesunda, un happening-recorrido de situaciones de estímulos diversos, ideado por Marta Minujín junto a Santantonín.

Acto seguido, Lamelas anunció su decisión de donar al museo que preside Eduardo Costantini su obra bautizada “Buenos Aires: Time As Activity”, tres fotografías digitales y una película de 16 milímetros en el que registra sin sonido -de manera muda- la actividad como evidencia del paso del tiempo en un sitio emblemático de la ciudad, el Congreso de la Nación.

Se trata de un proyecto de largo alcance que Lamelas comenzó a realizar en 1969 en Düsseldorf y trasladó luego a cada una de las ciudades que visitó, en definitiva una mega obra, extendida en el tiempo, siempre reunidas bajo el nombre “Time as Activity” y el adicional de la ciudad elegida, una serie de registros de situaciones y entornos urbanos en los que se entremezclan el metraje documental en fílmico o video junto a fotografías y textos.

 

 

En la nueva versión, que ahora formará parte de la colección permanente del Malba, Lamelas añadió imágenes de una actualidad contundente: los alrededores del Congreso en diciembre pasado, cuando la Reforma Previsional se trató en una polémica sesión que provocó la marcha y protesta de miles de manifestantes que fueron luego reprimidos de manera violenta por la policía.

Esta obra además realiza un señalamiento sobre el tiempo -cómo medirlo, cómo pensarlo-, una temática que atraviesa e hilvana gran parte de la carrera de Lamelas, quien tenía tan sólo 21 años cuando se convirtió en el artista más joven que haya representado alguna vez a la Argentina en la Bienal de Venecia, en su edición de 1968.

En aquel entonces, Lamelas presentó la instalación “Oficina de información sobre la guerra de Vietnam” -luego adquirida por el MOMA de Nueva York-, que mostraba literalmente una oficina (una mesa, una silla) donde brindaba información sobre aquel conflicto bélico que estremecía a gran parte del mundo. “Tenía 21 años y puse una oficina en la Bienal de Venecia, imagínense. Ahora lo pienso y me digo ‘Qué atrevimiento’. En ese momento no me daba cuenta”, reflexiona el artista durante la recorrida.

Lamelas perteneció a una generación de artistas donde se daba especial hincapié al trabajo en colaboración, al diálogo y al intercambio de ideas, y durante la recorrida, recuerda con detalle y simpatía la invitación de Minujín a realizar aquella emblemática obra bautizada “La Menesunda”.

“Nos juntamos con Marta y me tomó una suerte de test para ver si iba a participar o no. Era tirar ideas. Marta decía, por ejemplo, ‘pan de miga’ y yo decía, ‘huevo frito’. Ella decía ‘espacio’, y yo contestaba ‘tiempo’. Todo rápido. Y en ese momento, después de seis o siete minutos de ese bombardeo intelectual de Marta, suena el teléfono, era Santantonín, y ella exclamaba “¡Entró en La Menesunda!”, cuenta entre risas, describiendo el clima de época.

 

 

“A menudo, los relatos históricos sobre Lamelas originados en Europa y los Estados Unidos dan cuenta de la contribución del artista al conceptualismo como si se tratara de un europeo o un estadounidense. Pero hay que hacer hincapié en que el marco intelectual de su práctica surgió en la Argentina, en un momento realmente excepcional de su historia reciente”, señaló María José Herrera, curadora de la exposición junto a la estadounidense Kristina Newhouse.

Resulta imperdible la obra “El Súper Elástico”, una instalación colorida y nítida que alude a la estética pop reinante de los años 60 y ocupaba originalmente la totalidad del cubo blanco de la Galería Lirolay, donde se presentó en 1965. Aquella obra se leía entonces como una “entidad extravagante y ambigua, a medio camino entre la pintura, la escultura, el objeto y la ambientación”, se puede leer en el epígrafe de sala.

Hay algo de la tautología presente en el itinerario recorrido por este artista que transitó el pop, el conceptualismo y el arte de los medios, como es el caso de su trabajo “Entrevista a Marguerite Duras” (1970), obra que consta de una película de 16 milímetros, diez fotografías y diez páginas de texto. Cada foto está asociada a un texto que se puede ver enmarcado, y ese epígrafe es exactamente lo que la escritora francesa dice en el momento exacto de esa toma fotográfica. Lamelas así deconstruye la imagen y traduce el sonido a la escritura.

Casi en el final del recorrido, otra pieza emblemática, la instalación “Situación de tiempo”, presentada por primera vez en 1967 en el Di Tella, reúne catorce televisores de rayos catódicos alineados en una de las salas, sintonizados en canales sin trasmisión, que no emiten otra señal que ruido electromagnético.

 

 

“Con vida propia” se podrá visitar hasta el 11 de junio en la sala 5, nivel 2 y la explanada del museo ubicado en Avenida Figueroa Alcorta 3415 (CABA), de jueves a lunes de 12 a 20 y los miércoles de 12 a 21 (martes cerrado). Entrada general: $120.