Cinco tips para leer 100 libros al año (y no morir en el intento)

Consejos para incorporar la lectura a tu vida diaria

¿Cuántas veces hemos dicho la frase “no leo porque no tengo tiempo”?  Pero, ¿es esto realmente cierto? . ¿Realmente no tenemos tiempo para leer? Si sos de esas personas que constantemente recurre a esta excusa, en esta nota te demostramos que esto no es tan cierto como parece.

UN LIBRO A LA SEMANA

¿Es realmente posible leer cien libros en un año? La respuesta a esta pregunta es un sí rotundo. Es posible terminar, al menos un libro a la semana. Dos, si también le dedicamos tiempo a la lectura durante el fin de semana. ¿Cómo? Hagamos algunos rápidos cálculos mentales.

Supongamos que una persona viaja diariamente dos horas –una hora de ida y otra de vuelta– para llegar a su lugar de trabajo. Una persona promedio es capaz de leer a razón de una página por minuto –eso si logramos mantener toda nuestra atención en la lectura.

Aunque sabemos lo difícil que es concentrarse con la tecnología y –especialmente– en el transporte público, supongamos que somos capaces de leer 50 páginas en el lapso de una hora. Un libro de tamaño promedio tiene entre 300 y 450 páginas. Esto quiere decir que es posible leer un libro en una semana laboral sin la necesidad de quitarle tiempo extra a otras actividades que podemos realizar cuando llegamos a la comodidad de nuestros hogares.

100 LIBROS AL AÑO

Imagínense que esa misma persona comienza un nuevo libro un viernes. Y la novela es tan atrapante que, en lugar de maratonear la nueva temporada de su serie favorita durante el fin de semana, lo único que desea hacer es continuar leyendo. Si este hábito se repite, leer dos libros a la semana se convierte de una completa locura en algo bastante realizable.

CONSEJOS ÚTILES PARA IMPLEMENTAR EN TU VIDA DIARIA:

1.LEER EN EL TRANSPORTE PUBLICO

Ya anticipamos que aprovechar el viaje al trabajo o a la facultad es una muy buena forma de leer un libro a la semana casi sin darnos cuenta. Pero, ustedes estarán pensando ¿y qué pasa si no tengo tantas horas de viaje hasta el trabajo? o también: ¡pero no siempre logro conseguir un asiento y es incómodo leer parado!. Pero no teman, que hay otras maneras de lograr que un incómodo viaje en plena hora pico se convierta en el perfecto momento para disfrutar de un buen libro.

2. PROBAR FORMATOS ALTERNATIVOS

Sí, leer parados puede resultar bastante incómodo y aquí es cuando los formatos alternativos en los que vienen los libros se vuelven útiles. Libros digitales o ebooks y audiolibros son tu mejor aliado si sos de esas personas que nunca logra conseguir un asiento en el transporte público. Para ello no necesitas ningún aparato ultra moderno o extremadamente caro, basta con utilizar tu teléfono celular y una cuenta gmail. Todos los celulares vienen incorporados con el paquete de aplicaciones de google, entre ellas se encuentra una muy útil que se llama Play Libros. Allí podrás cargar libros en tu biblioteca y hasta realizar compras en la aplicación.

3. INCORPORAR LA LECTURA A TU RUTINA DIARIA 

Para aquellos que no viajan para ir al trabajo, la clave está en incorporar la lectura a la rutina diaria. Media hora durante el almuerzo o antes de acostarse pueden hacer la diferencia.

4. SIEMPRE LLEVAR UN LIBRO CON VOS

Hay muchísimos momentos de tiempo muerto en el día, en la parada del colectivo, en un consultorio médico, mientras esperamos para reunirnos con un amigo; cualquier oportunidad es buena para zambullirse en una buena historia

5. AL LEER, EL CELULAR LEJOS

Si estas en la comodidad de tu casa y sos de esos que se distraen fácil, la mejor opción es no tener el celular a mano. Te aseguro que si estás sentado en el sillón leyendo un buen libro y dejaste el celular arriba de la mesa es mucho menos probable que te levantes para chequear facebook, twitter e instagram.

Tal vez no dispongas de una hora para sentarte cómodamente a leer pero, si sumamos esos pequeños instantes de tiempo muerto u ocioso que durante el día pasamos en redes sociales, por ejemplo, te darás cuenta que leer uno –e incluso dos libros a la semana– no es una misión tan imposible como aparentaba en un principio.