Celebramos el cumpleaños de Kafka repasando alguna de sus mejores obras

Un día como hoy pero hace 137 años, nacía en Praga uno de los autores más importantes de la historia de la literatura universal

Un día como hoy pero hace 137 años nacía Franz Kafka, una de las voces más emblemáticas de la literatura universal.

El escritor más enigmático de la tradición alemana nació en el año 1883 en la ciudad de Praga, antiguo Imperio Austro-Húngaro. Kafka no solo preparó el camino y forjó el gran estilo de la literatura contemporánea, sino que fijó también el prototipo del poeta del siglo XX: ciudadano de un imperio en derrumbe, funcionario diligente y desengañado, lector voraz de los clásicos europeos, amante apasionado y desdichado, humorista incomprendido, soñador irredento en el poder transformador de la literatura.

En esta nota te invitamos a realizar, a vuelo de pájaro, un recorrido por alguna de sus más grandes obras -todas ellas disponibles en español.

La transformación“, o metamorfosis, de Gregor Samsa en un bicho monstruoso, similar a un enorme escarabajo, es uno de los hitos de la literatura universal y, quizás, su obra más conocida. Franz Kafka escribió el relato en 1915. Se publicó por primera vez en la revista mensual Die Wei’en Blätter. En noviembre de ese mismo año se imprimió como libro exento, bajo el sello de la editorial Kurt Wolff y fechado anticipadamente en 1916.

El proceso” es una de las novelas póstumas del autor publicada en 1925 por el periodista y escritor Max Brod; quien se basó en un manuscrito incompleto del autor. En este relato, Josef K. es arrestado una mañana por una razón que desconoce. Acusado de un crimen que desconoce por jueces que no ve nunca y conforme a leyes que nadie puede explicarle, K. abrirá un número inimaginable de puertas intentando comprender la situación.

A medida que el proceso ocupe más y más lugar en su vida, cada puerta constituirá una traba cada vez más alienante en el proceso judicial al que se ve sometido. Solo K. parece darse cuenta, en una lucidez irrisoria e inútil hasta el fin, de la total ausencia de hechos o eventos que clarifiquen la interminable incongruencia de su confinamiento.

Diarios“, por su parte, invita al lector a conocer el lado más íntimo del padre de la literatura del siglo XX a través de sus diarios, legajos y cuadernos de viaje.

Las páginas de su diario ofrecen una panorámica de la vida de Kafka, sus paseos por Praga, sus sueños, sus sentimientos hacia el padre idolatrado y la mujer con la que no lograba casarse. Además de la contienda personal con la culpa y la percepción de sí mismo como un paria. Todo esto hace de esta obra una rendición de cuentas de una intensidad casi insoportable.

Mientras que “Ante la ley” reúne los sugestivos escritos de Kafka, publicados en vida del autor, tanto los libros de prosas y narraciones -a excepción de La transformación-, como escritos de otra factura publicados solo en revistas y periódicos.

El desaparecido” es la primera y menos conocida de las tres novelas -todas inacabadas- que Kafka emprendió en el transcurso de su vida. Escrita en su mayor parte entre finales de 1912 y comienzos de 1913, Max Brod la publicó de manera póstuma bajo el título de “América”, sugerido sin duda por el hecho de que la novela entera transcurre en Estados Unidos.

Kafka, sin embargo, dejó claro su propósito de titularla “El desaparecido”, indicativo de la condición que determina la atribulada andadura de su protagonista, el joven Karl Rossman, que desde su llegada a Nueva York, expulsado del seno de su familia, se encuentra ya perdido, “desaparecido”, no identificable para los demás ni para sí mismo. El propio Kafka declaraba a Max Brod que esta peculiar novela de formación, escrita bajo el ascendente indisimulado de Charles Dickens, era más esperanzadora y “luminosa” que todo cuanto había escrito.

Finalmente, “El silencio de las sirenas” es otra de las obras póstumas del autor. Es con ella, donde la edición crítica de la editorial alemana S. Fischer se vuelve imprescindible. Muchos de ellos se habían publicado bajo títulos sugeridos por los editores, en algunos casos con el propio Max Brod, pero no eran ediciones “canónicas” stricto sensu, puesto que la mayoría de estos textos no son más que apuntes para futuras obras, escritos por Kafka en sus cuadernos.

Asociado al expresionismo y al existencialismo, la obra de Franz Kafka se erige como lectura obligada para cualquiera. El autor moriría de tuberculosis a la edad de cuarenta años en junio de 1924. Y pasaría a la inmortalidad como una de las voces más influyentes de la literatura contemporánea.