Cassini, el fin de un viaje a los secretos de Saturno

La misión aportó información valiosa sobre la conformación del sexto planeta del Sistema solar, sus anillos y algunas de sus lunas, que tienen el potencial de albergar vida.

Como un meteoro, después de 22 descensos programados durante cinco meses, y a una velocidad de 113 mil kilómetros por hora, la sonda Cassini hoy se evaporó en la atmósfera de Saturno después de dos décadas de exploración del sexto planeta del sistema solar, sus lunas y el sistema solar.

El “grand finale” fue una especie de inmersión en la atmósfera de Saturno, después de haber agotado todo su combustible, apuntar su antena hacia la Tierra y transmitir los últimos datos de la misión prácticamente en directo.

La NASA planeó la autodestrucción de Cassini con sumo cuidado para evitar que cualquier resto de la sonda termine en algunas de las 50 lunas de Saturno, con el riesgo de contaminar algún mundo con potencial de albergar vida.

La misión Cassini-Huygens, un proyecto de colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea, se despidió de la Tierra el 15 de octubre de 1997 con el objetivo de dar más información sobre los anillos de Saturno y sus satélites naturales. Tardó siete años  en llegar hasta Saturno y sus satélites, en donde aportó información como ninguna otra misión.

Entre sus hitos, se cuenta que en 2005 el módulo Huygens fue el primer artefacto humano en posarse sobre la luna de otro planeta, en este caso Titán. Este satélite del planeta anillado es uno de los candidatos para encontrar vida dentro de los límites del Sistema solar, tal vez, entre sus lagos de metano líquido.

Cassini, la otra mitad de la misión, orientó sus herramientas hacia Encélado, dio imágenes perfectas de sus chimeneas hidrotermales y un océano debajo de una espesa capa de hielo.  También, aportó las fotografías más claras que se tengan sobre el sistema de anillos de Saturno. Cassini fue testigo, además, de la formación de una luna más a partir del material presente en estos anillos.

“La sonda ya no está. Gracias y adiós fiel explorador”, dijo el director del proyecto Cassini en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, en medio de festejos y gestos de emoción entre los científicos.

A pesar de la triste noticia del fin de Cassini, la enorme recopilación de datos que dejó la misión deja lugar para que los astrónomos tengan mucho trabajo por realizar. Por ejemplo, falta determinar si el planeta tiene un núcleo gaseoso debajo de su espesa atmósfera. Y aún queda por saber la duración exacta de  un día en Saturno, que es difícil de determinar por tratarse de un planeta gaseoso, que no ofrece una referencia geográfica clara. La NASA comunicó que con la información recolectada por Cassini, es posible que los trabajos se extiendan por más de una década. Encélado, en tanto, ya suena como candidato para recibir a una próxima misión que explore sus intrigantes océanos subterráneos.